Cómo “desenchufarnos” de las frustraciones diarias, “enchufándonos” en los sitios web de bingo

El bingo, y algunos otros juegos y actividades pueden ser una gran manera de relajarnos y de “desenchufarnos” de las exigencias, obligaciones y el estrés de la vida diaria. Y hay algunos trucos que podemos poner en práctica para en verdad alejarnos un poco de nuestro mundo y dejarnos seducir por la burbuja cibernética y sus encantos ocultos.

Como hemos dicho ya en numerosas ocasiones, debemos primero cumplir con nuestras obligaciones, dando prioridad a los asuntos más importantes. Luego, al finalizar la jornada, y al haber realizado ya nuestras tareas de importancia, nos quitamos los tacones, calzamos nuestras pantuflas, vestimos un atuendo más casual y, quizás incluso con una copa de vino en la mano izquierda, podemos entregarnos al placer de la práctica del juego.

Para poder en verdad disfrutar de las cosas y de las actividades, debemos hacer precisamente eso: entregarnos. No estar jugando y pensando a la vez de los quehaceres y pendientes. De igual modo que si estás haciendo fila para pagar las cuentas, no deberías estar pensando en el momento en el que podrás jugar al bingo: cada cosa tiene su momento, y su lugar y situación. Así, cuando finalmente tomes tu lugar frente al ordenador, procura liberar tu mente de las demás ideas. Claro: si fuesen temas de importancia, entonces aléjate de la pantalla, y dale prioridad a los asuntos. Pero si se trata de otras nimiedades, simplemente ponlas en pausa en tu mente, y dedícate a disfrutar unos minutos.

Quizás vivas en una ciudad muy bulliciosa. Quizás en tu edificio haya muchas familias con niños. Quizás incluso en tu propio hogar esté tu esposo viendo la tele, con un ruidoso partido del Real Madrid… antes de desesperarte, simplemente te recomendamos enchufar tus auriculares y poner alguna música de tu preferencia. Ya tenemos, entonces: ropa y calzado cómodo, un buen vino o alguna bebida, la mente libre de ideas y preocupaciones, y música especial.

Cumpliendo con estos simples rituales, podrás disfrutar al máximo de tus sesiones de bingo, ya que te entregarás a ellas por completo. Recuerda hacer sesiones cortas (por ejemplo, del tiempo que te lleve tomar esa copa de vino, o esa taza de té), y también procura que no sean un ritual diario, de forma tal que termine por transformarse en una rutina sin goce. Es mejor jugar menos días, pero a mayor intensidad, así realmente será para ti un momento especial, de recompensa, de relajación y de diversión.

El bingo, y algunos otros juegos y actividades pueden ser una gran manera de relajarnos y de “desenchufarnos” de las exigencias, obligaciones y el estrés de la vida diaria. Y hay algunos trucos que podemos poner en práctica para en verdad alejarnos un poco de nuestro mundo y dejarnos seducir por la burbuja cibernética y sus encantos ocultos.

Como hemos dicho ya en numerosas ocasiones, debemos primero cumplir con nuestras obligaciones, dando prioridad a los asuntos más importantes. Luego, al finalizar la jornada, y al haber realizado ya nuestras tareas de importancia, nos quitamos los tacones, calzamos nuestras pantuflas, vestimos un atuendo más casual y, quizás incluso con una copa de vino en la mano izquierda, podemos entregarnos al placer de la práctica del juego.

Para poder en verdad disfrutar de las cosas y de las actividades, debemos hacer precisamente eso: entregarnos. No estar jugando y pensando a la vez de los quehaceres y pendientes. De igual modo que si estás haciendo fila para pagar las cuentas, no deberías estar pensando en el momento en el que podrás jugar al bingo: cada cosa tiene su momento, y su lugar y situación. Así, cuando finalmente tomes tu lugar frente al ordenador, procura liberar tu mente de las demás ideas. Claro: si fuesen temas de importancia, entonces aléjate de la pantalla, y dale prioridad a los asuntos. Pero si se trata de otras nimiedades, simplemente ponlas en pausa en tu mente, y dedícate a disfrutar unos minutos.

Quizás vivas en una ciudad muy bulliciosa. Quizás en tu edificio haya muchas familias con niños. Quizás incluso en tu propio hogar esté tu esposo viendo la tele, con un ruidoso partido del Real Madrid… antes de desesperarte, simplemente te recomendamos enchufar tus auriculares y poner alguna música de tu preferencia. Ya tenemos, entonces: ropa y calzado cómodo, un buen vino o alguna bebida, la mente libre de ideas y preocupaciones, y música especial.

Cumpliendo con estos simples rituales, podrás disfrutar al máximo de tus sesiones de bingo, ya que te entregarás a ellas por completo. Recuerda hacer sesiones cortas (por ejemplo, del tiempo que te lleve tomar esa copa de vino, o esa taza de té), y también procura que no sean un ritual diario, de forma tal que termine por transformarse en una rutina sin goce. Es mejor jugar menos días, pero a mayor intensidad, así realmente será para ti un momento especial, de recompensa, de relajación y de diversión.

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